sábado, 23 de diciembre de 2006

Crónica de un viaje infortunado

Martes 19 de Diciembre, 4:00am. Suena la alarma de mi celular para despertarme. Me apuro para vestirme, terminar de guardar las últimas cosas en mis maletas y emprender mi viaje de regreso a México. Llevo dos maletas, una grande y una pequeña. Ambas llenas con regalos de navidad para mi familia y después saturadas hasta el topo con lo que haya podido caber de mi ropa. Trato de cargar la maleta mas grande para estimar qué tan pesada está. Seguro llevo sobre peso. Bueno. Ya lo resolveré en el aeropuerto.

Salgo de mi dormitorio para tomar el camión al aeropuerto de Manchester. El timing es perfecto, justo cuando llego a la parada veo que se acerca el autobús no. 43, justo el que tengo que tomar. Sin contratiempos llego al aeropuerto, y camino a la terminal 2 donde tengo que hacer el check in. Entrego mi pasaporte y detalles de mi boleto. “¿Puede subir por favor sus maletas?” Empiezo con la maleta más grande, seguro es la que va a tener problemas. “Gracias, ¿puede subir ahora la otra?” ¿De verdad? ¿No llevo sobre peso? Genial, bueno, mejor no hacer preguntas. “Comenzarán a abordar a las 8:05am, esté pendiente de las pantallas donde se anunciará la puerta correspondiente.” Esto es extraño, todo va saliendo demasiado bien.

Entro a las salas de espera, las pantallas dicen “Boarding in 80 minutes”. Para matar el tiempo comienzo por leer mi libro para este viaje, Ángeles y Demonios, que al inicio no lo encuentro tan bueno como lo esperaba (algunas incoherencias sobre ‘antimateria’ con implicaciones espirituales y tecnología medio sacada de la manga). “Boarding in 20 minutes”. Me comí también unos panecitos que llevaba de desayuno, cuando van dando entonces las 8:00am. “Boarding in 5 minutes”. Sigo leyendo mi libro, aún no pasa nada muy interesante, parece que apenas van introduciendo a los personajes, mientras sigo dando miradas de cuando en cuando a las pantallas. Sigue diciendo “Boarding in 5 minutes”. Algo me empieza a dar una mala espina.

Media hora después seguíamos “Boarding in 5 minutes”. Finalmente se anunció el número de la puerta que correspondía para mi vuelo. Me dirijo a dicha puerta y nos dicen que en unos momentos más podremos abordar, tan solo tenemos que esperar a que ¡llegue el avión! Antes por estar leyendo no me había dado cuenta, pero ahora que vi la ventana frente a nosotros entendí cual podría ser el problema. Afuera de la ventana se podía ver una gran... nada. Una neblina muy espesa no dejaba ver nada. Aproximadamente un hora después parece que ya ha llegado el avión y ahora solo lo están alistando para que podamos subir nosotros a él.

Cerca de las 10:00am después de tanta espera podemos subir al avión, y en un rato más estábamos ya todos listos y dispuestos a iniciar nuestro viaje. Bueno, casi todos. “Saludos, soy su capitán, les tengo malas noticias.” Shit. “Me están informando de la torre de control que tendremos que esperar para salir, por lo menos, una... hora y media más.” De cuando en cuando nos seguía dando mensajes el capitán. “Por el problema de la neblina hay varios aviones volando en círculos sobre el aeropuerto que no pueden aterrizar, parece ser que un equipo del aeropuerto que los ayuda a aterrizar en estas circunstancias no está funcionando bien.” Y un poco después, “Ya se ha avisado del nuestro problema en Amsterdam, y todos los que tenían conexiones ya se les está reservando en nuevos vuelos.” Genial, porque yo acabo de perder mi vuelo a México justo hace una hora.

Finalmente, y con cuatro horas de retraso, logramos despegar y salir del aeropuerto de Manchester. Compartí asientos con dos chicas, también estudiantes, una en Doctorado y otra haciendo una especialidad, ambas de negocios. Ya sin contratiempos llegamos a Amsterdam donde básicamente todos los pasajeros salimos en fila hacia el transfer desk para arreglar nuestras conexiones.

Desde antes que me tocara pasar había ya escuchado: “No, es que como fue por causa del clima, la aerolínea no se hace responsable y no les podemos pagar hotel si se tienen que quedar hasta mañana.” Entonces fue mi turno. “A México, mmm, esta complicado, parece que ya no hay lugar ni en el vuelo de mañana.” :-O “¿Tienes visa amer...? ¡Mira en su pasaporte! No, no tiene...” Y yo: “¿Qué? ¿Que si tengo qué? Si, visa americana si tengo, ¡hey! ¡alguien péleme!” Luego me dicen: “Ah, no, parece que no va a hacer falta. Alguien acaba de cancelar su vuelo de mañana para México, te vamos a mandar en ese.”

Para esto ya eran como las 6:00pm, y saldría en el vuelo de las 11:00am del día siguiente. Después de considerar si valdría la pena salir a la ciudad, básicamente a gastar dinero en un hotel, dormir, y regresar de nuevo mañana temprano, pensé que sería mejor resignarme y pasar la noche en una ‘confort chair’ del aeropuerto.

Al día siguiente todo fue fluyendo ahora sí más o menos con regularidad. El avión salió prácticamente a tiempo y entonces me sentí con un poco más calma de estar finalmente camino de regreso a mi país. Esta ves compartí asiento con una chica de Tabasco que venía de Alemania de visitar a unos familiares. Vimos los Piratas del Caribe II, un episodio de King of Queens, y Cars.

El avión aterrizo y daban entonces los mensajes usuales en el altavoz. “Esperamos que el viaje haya sido de su agrado. Wra wra. Gracias por viajar con nosotros. Wra wra pasajeros wra wra Juan Antonio Navarro wra wra wra. Gracias.” ¿Qué dijeron? ¿Que yo qué? Saliendo del avión me acerqué inmediatamente al escritorio a preguntar qué había pasado. Y vi que una pareja delante de mi estaba ya llenando formas reportando que su equipaje no había llegado. “¿Cuál es su nombre? Aja. Sr. Navarro. Bueno, de usted sí llegó una maleta, así que tiene que ir a la banda a recoger la maleta que halla llegado y reportar la que no llegó.”

Ni hablar, después de pasar por migración voy a la banda donde llegaba nuestro equipaje a esperar mi maleta. Que no haya llegado la chica, que no haya llegado la chica. Pasan y pasan maletas. ¿Esa es la mía? No, la mía es más grande/cuadrada/delgada/negra/chica. Y finalmente llegó. Shit. Llegó la maleta chica.

Después de reportar la maleta que no llegó pase por aduanas y luego a comprar mi boleto de camión a puebla. Salvo el tráfico en la salida del D.F. tampoco hubo gran novedad ni contratiempos. Esta ves compartí haciendo con una chica de Puebla que venía también, curiosamente, de Alemania (vía Amsterdam). Estudió algo de administración y venía de visitar a su novio alemán con quien pronto se casará el año próximo. Miércoles 20 de Diciembre, 9:00pm. Finalmente llego a la terminal de la 4pte donde me esperaba ya mi hermano. Al fin en casa.

Las últimas noticias, un par de días después, son que el libro de Ángeles y Demonios se esté poniendo mucho más interesante, pero mi maleta sigue sin llegar. Aparentemente ya está en México y hoy la envían a Puebla. Ojalá, esperemos que si. Como premio para los que no se haya aburrido y sigan leyendo hasta aquí, Feliz Navidad. :-) Ojalá que se la pasen muy muy bien en estas fiestas. Muchos abrazos y saludos.

4 comentarios:

Hek@nibru dijo...

jajajaja, no manches Juan, qué manera de iniciar las vacaciones! Pero güeno, ya estás por acá, a ver cuándo nos vemos!!

Anónimo dijo...

enjoy your holiday! Andrei will be back tomorrow and told me to go to KB :(
Could I say to him "Can I restart the work after Juan is back?" :)

Juan dijo...

Héctor: ¡Sí, no manches! Pero bueno, ya finalmente estoy en casita y todo salió muy bien. Afortunadamente también llegaron las maletas a tiempo para los regalos de navidad :-)

Shasha: Keep up the good work! I'm also working (a bit) on my project here from home.

Rochy dijo...

Oh! Y yo que crei que era la unica infortunada en su viaje a Mexico =p, pues los dos vuelos se retrasaron como 2 horas. Pero ahora en el regreso a ver como me va... ;-)