lunes, 20 de agosto de 2007

Porque así lo decidí yo

Resulta que este fin de semana nos fuimos en un viaje a Keswick, un pueblito a las orillas de un lago aquí en Inglaterra a unas dos horas de Manchester en camión. Y, cómo se me olvidó llevarme algún libro o algo para leer en el camino, tuve que hacer como los niños chiquitos y entretenerme con el poder de mi imaginación. Jaja :-P

Estaba yo de hecho tratando de armar la trama para un cuento que, espero, pronto encuentre un tiempo para desarrollar y finalmente compartirlo con todos. Pero bueno, de lo que se trata este post es de otras ideas y mal viajes que se me ocurrieron en el proceso de idear mi cuento (aunque no tienen nada que ver con él) y tienen que ver con el libre albedrío.

Seguramente muchos nos hemos preguntado, ¿qué significa tener libre albedrío?, y ¿cómo podemos saber si en verdad lo tenemos? Intuitivamente y en pocas palabras, el tener libre albedrío significa que yo tengo la libertad de elegir y de tomar mis propias decisiones. Por supuesto, influenciado por toda una cantidad de factores y condiciones externas que quieran pero, al fin, son mis decisiones.

Un ejemplo del caso contrario, si la realidad fuera que no gozamos de dicho libre albedrío, sería si un ser todo poderoso tuviera el poder de decidir todo lo que sucede con cada uno de nosotros y con el resto del Universo. Él decide, de alguna manera, el lugar que cada persona ocupa dentro del mundo en cada instante, la posición exacta de cada partícula que forma a rocas, plantas y otros seres. Él pone incluso lo que está pasando por la mente de cada individuo, irónicamente, haciéndoles creer que son ellos quienes tomas sus decisiones. Las personas que viven en este mundo no tienen libre albedrío, ya que no son ellas sino éste ser supremo quien ha determinado, de la forma más bizarra que se le ha podido ocurrir, el destino de todo lo que ocurre en cada instante.

Ahora supongamos por un momento que nosotros en realidad sí tenemos libre albedrío y, en el desenvolver del tiempo, cada instante del Universo es influenciado por las decisiones que todos y cada uno de nosotros tomamos en nuestras vidas. Un caos completamente impredecible pues cada uno de nosotros tenemos un verdadero poder para influenciar lo que ocurre en el futuro.

Pero hagamos entonces las cosas más interesantes. Imaginemos que hay otro ser de esos con increíbles poderes que, desde el inicio mismo del Universo, ha registrado la posición exacta de todas y cada una de las partículas que conforman a nuestro mundo. Él nunca toma decisiones por nosotros, ni siquiera trata de tener influencia sobre de ellas. Es un simple observador que, casi como un director de cine con cámara de video en mano, se ha puesto a registrar todos y cada uno de los acontecimientos que nosotros, en consecuencia de nuestras propias decisiones, hemos ido creando.

Finalmente imaginemos que este ser es además capás de reconstruir un nuevo Universo. Y ésto lo hace replicando, partícula a partícula, instante por instante, lo que grabó de nosotros cuando éramos libres y tomábamos decisiones. Él decide, tomando los datos de su grabación, el lugar que cada persona ocupa dentro del mundo en cada instante, la posición exacta de cada partícula que forma a rocas, plantas y otros seres. Él pone incluso lo que está pasando por la mente de cada individuo, irónicamente, haciéndoles creer que son ellos quienes tomas sus decisiones. Las personas que viven en este mundo no tienen libre albedrío, ya que no son ellas sino éste ser supremo quien ha determinado, de la forma más bizarra que se le ha podido ocurrir, el destino de todo lo que ocurre en cada instante.

¿Qué es entonces el libre albedrío y como podemos asegurarnos de que nuestras decisiones son en verdad nuestras (y no de otro ser en otro Universo)? ¿Hay alguna diferencia entre tener libre albedrío, y la ilusión perfecta de tenerlo?

18 comentarios:

Ing. Cardioide dijo...

Bastante interesante Juan.

Hay varias preguntas sobre el libre albedrío, y realmente explicar cada uno da weba y creo que no terminaríamos jaja.

Una vez, no recuerdo dónde ni cuando, explicó una sra. que el libre albedrío se da en la forma de hacer las cosas. Es decir, que lo que hacemos ya está destinado a que lo hacemos, sin embargo está en la forma como hacemos las cosas que hemos decidido. Ah[i va un ejemplo:

Supongamos que te toca lavar los platos [iiuugghh jaja], y de eso no te salvas. El libre albedrío es cómo los vas a lavar [y no con técnicas de lavado y demás], si los lavas de buena manera, mala manera, enojado, contento, etc. A eso se refería. Claro, el ejemplo es pendejo y trivial, pero hay que extrapolarlo a nuestras decisiones.

También dicen que por algo pasan las cosas o eventos que nos rodean. Será algo difícil de explicar si existe o no [a mí se me hace imposible] pero me agradó lo que dijo la sra. que te comenté anteriormente.

No sé, a lo mejor ya estoy debrayando, pero esos son my 2 cents.

Aloha! Saludos!

Lalo.

Hek@nibru dijo...

O sea que, tal vez, alguien en otro mundo: el Héctor original, decidió escribirle un comentario a tu copia, y yo triste e inevitablemente le estoy copiando.

Pues a mí me vale, mientras no hay evidencia de aquello, me quedo con mi libre albedrío. ¿Hay diferencia entre el libre albedrío y la ilusión perfecta de tenerlo? No.

Anónimo dijo...

Hola Juan,

muy interesante tu texto, la verdad. Una de las pocas cosas que recuerdo de mis clases de ética social cristiana (por azares del destino estudié la prepa en un colegio católico) era una crítica muy interesante respecto a la omnisapiencia y omnipotencia de Dios. Si Dios todo lo puede y todo lo sabe, no hay sorpresas para él. Luego entonces, el futuro de cada persona no está en manos de sí misma, sino que ya está predestinada. Si ese es el caso, decía la crítica, ¿Qué sentido tiene esforzarse para mejorar? Si Dios ya tiene trazado el camino para mí, sólo me dejaré llevar y la Providencia me llevará hasta mi destino.
Claramente, la experiencia dice otra cosa. El profesor que nos daba la clase se sacó una fumada de que éramos como bolas de billar. Cada uno de nosotros éramos empujados por el Todopoderoso y dueño del salón de billar y él era la causa primera. Pero dentro de cada uno de nosotros estaba el material de la que estábamos hechos. Dependiendo de dónde estuviera nuestro centro (el corazón en esta analogía), el golpe dado por el Gran Billarista del Unvierso iba a cambiar. Así que hasta ahí llegaba nuestro libre albedrío. Go figure...

Personalmente, estoy de acuerdo con Héctor. Si esto es una ilusión perfecta, que me permite elegir entre una multitud de opciones, me quedo feliz.

Saludos.

Juan dijo...

Lalo: Si he escuchado ideas como las que comentas. Hay puntos o metas fijas en tu vida, y tu libertad consiste en cómo hacerlas o cómo llegar a ellas.

Lo único que puedo decir es que a mi no me gusta pensar que eso es libre albedrío, o al menos no me gusta pensar que el Universo funciona así.

En el ejemplo que tú mismo pones de los platos. ¿Qué me impide negarme rotundamente y decir: ‘Me vale, ¡No los voy a lavar!’? ¿Porqué no puedo tirarlos? ¿O dejarlos que se queden ahí sucios en el fregadero por la eternidad? ¿Hay de verdad una fuerza externa que me obliga a lavar los platos? Y, si es así, ¿Cómo funciona esa fuerza? ¿Quién la controla? ¿Con qué intensiones? Y, ¿Porqué? ¡Yo no quiero lavar los platos!

Héctor: En efecto el problema que describo es que, según el experimento mental que planteo, puede ser que no haya evidencia alguna de que nuestro destino esté predeterminado y, al mismo tiempo, que nuestro destino esté completamente predeterminado.

De cualquier modo, no te preocupes, alguien ya decidió por ti que mientras no haya evidencia esto te vale. ;-)

Francisco: Pero si nosotros podemos influenciar nuestro camino, según donde pongamos nuestro corazón, entonces ¿cómo sabe Dios para donde se van a mover las bolas de billar? ¿Cómo sabe Él lo que va a pasar antes de que yo lo decida?

Lo sé, es un cuento de nunca acabar. Pero también muy divertido hacerse preguntas y pensar en éstas cosas!

Rafael Peñaloza dijo...

Y qué si yo decido no tener libre albedrío?
Muy interesante texto, Juan.

Ing. Cardioide dijo...

Deberías escribir más textos así jeje...

Vaya, según lo de la ñora esta, es lo que te tocaba o no tocaba hacer. Según esto ya está escrito. Vaya, creo que es buena teoría la de la ñora, pero hay ciertos detalles que me hacen pensar [en lapsus webonus claro jaja] en el libre albedrío.

AAAAH ahora por tu culpa no dormiré -.- jajajaja... Y la pregunta de Rafael es muy interesante. ¿Se podrá decidir sobre tener o no tener libre albedrío? Podría ser un buen tema para el sig. post jeje.

Aloha! Saludos Juan!

Lalo.

Juan dijo...

Rafa: Antes de contestar a tu pregunta, quiero aclarar que el libre albedrío no es una varita mágica que nos permite hacer cualquier con el simple hecho de desearla.

Por ejemplo, yo no puedo decidir ir mañana a comer lunch en Plutón y estar de vuelta en Manchester para junta con mi asesor a las 4pm.

Hay cosas que simplemente no puedo hacer, no importa cuanto lo quiera.

Ahora, ¿qué significaría decidir no tener libre albedrío?

Si en efecto resulta que no tienes libre albedrío. Pues no pasa mucho, el que tú ‘decidas’ (creer) tenerlo o no, es algo que alguien más se tomó ya la molestia de decidir por ti.

Si, por otro lado, tienes libre albedrío. El ‘decidir’ no tenerlo no tiene sentido. Eventualmente llegará el momento en que tengas que tomar una decisión y lo tendrás que hacer. No importa si reflexionas mucho antes de tomar la decisión, si tratas de poner la decisión en manos de alguien más, si lo hechas al azar, o simplemente tratas de ser lo más pasivo posible y no haces ‘nada’. Cual sea que fuere el método de elección, al final la decisión fue tuya.

Lalo: Según esto ya está escrito.

¿Según quién o qué? ¿Escrito por quién?

Abraham Villegas dijo...

escrito en algun libro sagrado?, jajaja. O posiblemente en la palma o brazo de ese ser. Si se supone que es infinito, supongo que también tiene una palma o un brazo bastante amplio, tanto como para que le quepa el destino de todas y cada una de sus hormiguitas.

Rochy dijo...

Temo no aportar mucho a la discusion, solo recorde un libro donde el autor describia una situacion donde un cientifico le dice a otro que puede comprender perfectamente el cerebro humano, y que tiene una maquina disenhada para ello. Eso implica que el libre albedrio no existe; asi que el otro le responde que a pesar de lo que diga la maquina, la ilusion del libre albedrio es tan perfecta, que simplemente no tiene importancia.

En cuanto a sobre si influyen tus decisiones en el futuro, hay pruebas en ambos sentidos, a veces parece que si eliges cierto camino llegas a un lugar totalmente diferente a si hubieras tomado otra decision, y a veces simplemente parece que 2 decisiones convergen a lo mismo (claro que esto esta mas relacionado con el destino "final" que con el libre albedrio). En mi opinion hay un equilibrio entre las dos cosas, o sea, a veces si tenemos libre albedrio y a veces no :-p.

Abraham Villegas dijo...

Después de leer el comentario de rochy, recordé que alguien me dijo una vez que el libre albedrío solo lo ocupamos para ir cambiando de "sendas o caminos". Pero, no lo ocupamos para decidir nuestro destino final, pues este ya existe. Entonces, el libre albedrío solo sirve durante el proceso, pues el resultado final ya está dado.

Juan dijo...

Rochy: A mi me parece que el hecho de que a veces parezca que tenemos ‘destino’ se debe a dos razones principales.

La primera, es mera casualidad. No quiero encontrarme a mi asesor así que camino por otro pasillo que no pasé por su oficina. Y, ¡zaz!, mi asesor esta parado platicando con otro maestro justo por el pasillo que decidí tomar. “Aunque lo quise evitar, me lo encontré. ¡Era mi destino!” Y yo digo: No. Fue pura y simple casualidad. Digo, mi asesor trabaja en el mismo edificio que yo, es muy probable que me lo encuentre, y no siempre en su oficina.

La segunda es que hay cosas que, simplemente, son más probables. Desde mi post original dije que el libre albedrío está “influenciado por toda una cantidad de factores y condiciones externas”. Alguien podría decir, por ejemplo, que un evento muy importante en mi vida, como donde estudié la universidad (y en consecuencia la gente que conocí ahí y que formaron parte muy importante de mi vida) era parte de mi destino. Yo simplemente diría que, dado a que mi papá trabajaba en la UDLA y que eso a mi automáticamente me daba una beca, era muy probable que yo terminara estudiando allí. Sin embargo, no era mi destino. Nada me impedía ponerme de necio, negarme rotundamente e irme a estudiar, digamos, a la BUAP y conocer a gente totalmente diferente que, seguramente, también habrían llegado a formar una parte muy importante en mi vida alternativa.

Shaka: Con lo que contesté a Rochy creo que estoy ya también contestando un poco a tu comentario.

Lo único que me quedaría y gustaría preguntar es, ¿Que evidencia tenemos de que, en realidad, tenemos un destino esperándonos? ¿Cómo lo sabemos? O, ¿Por qué nos gusta creer que ya tenemos un destino final establecido?

Y, ¿Cuál es un destino final? ¿Es la persona con la que me voy a casar? (Y si me divorcio) ¿Es las amistades que voy a conocer? (Toda mi vida estoy conociendo gente nueva) ¿Es el lugar en el que me voy a hacer viejo y morir? (Entonces en mi vida puedo hacer todo lo que quiera, y sólo al final mi destino es llegar a cierto lugar y morir?) ¿Qué pasa si muero en la espera de ese destino final que nunca llega?

Una disculpa por tanta pregunta. Creo que llevo varios días con complejo de preguntón. :-P

Rous_lyn dijo...

Llegué a este post por el de Heka y todo esto me hace recordar todo lo que han estado tratando él y Shaka aunque sea de breve manera en su blog. A lo primero que recurro al leer este blog es a recordar varias películas que han tratado esto y me hace recurrir a "Matrix y destino final". En Matrix se llega a suponer que los seres humanos no tiene un libre albedrío y sólo están en un "espejo" de lo que se supone que se tiene que vivir, mientras que la película de destino final nos evoca a la existencia de un "final" pero que se puede "librar", sin embargo ese librar los acontecimientos nos lleva a alterar el ciclo y de todas maneras terminar en el mismo punto aunque haya pasado más tiempo...¿quién dice que no iba a terminar en el mismo punto si hubiera tomado X o Y decisión? Creo que nos gusta habalr de casualidades o coincidencias. Nos atraen su simetría y orden secuencial. Cuanto más inconcebibles, trascendentes y asombrosas sean, más disfrutamos con ellas. Sugieren una forma de control, una suerte de mano de Dios que interviene para dar sentido al caos que reina a veces en nuestras complicadas vidas.
Todos en algún momento de nuestras vidas hemos sufrido de algo que podemos llamar casualidad, destino o como lo quieramos llamar.
Muchas personas quiere pensar que todo lo que nos pasa está regido por un poder más grande y que no se puede cambiar, otras piensan que las cosas que nos suceden son simples reflejos de nuestro inconsciente que esta haciendo todo lo posible porque las cosas pasen, sin embargo la verdad no la podemos saber.Dicen que todo pasa por algo y creo que ese dicho tiene mucha razón porque todo lo que pasa nos lleva a algo, tal ves no sea el destino que nos lleva a ese algo, sin embargo el hecho de que suceda "x" en lugar de "y" nos puede hacer pensar.
Creo que cada decisión que tomamos nos lleva a un camino diferente, el libre albedrío existe pero también es cierto que existe una senda sobre la que vamos caminando..tal vez hay huellas en el camino pero no todas las seguimos :D
Eso es lo que yo pienso :)

Juan dijo...

Rosalyn: Muchas gracias por visitar este blog y por tu comentario. Me gusta mucho lo que escribes pues, de una forma muy clara, explica porque a las personas parece gustarnos mucho la idea de un destino. Cuando pasa en nuestras vidas algo muy significativo es hasta natural suponer que alguien o algo lo tenía así planeado para nosotros. Y como dices parecen haber ya sendas sobre las cuales vamos escogiendo nuestros caminos. Yo a estas les llamo factores externos que influencian o limitan nuestras decisiones.

Ah, y en cuanto a Matrix (por supuesto una de mis películas favoritas), los seres que habitan ahí tienen libre albedrío. “Las primeras versiones de la Matrix no lo tenian, pero los humanos no aceptaban esos programas como su realidad y los rechazaban. El Oráculo descubrió que, dándoles un poco de libertad y elecciones en su vida, muchas más personas aceptarían el programa. Sin embargo eso también ocasionaba que las máquinas dejaran de tener control absoluto sobre el mundo virtual. O, como bien lo dicen Neo y el Arquitecto: The problem is choice.”

Abraham Villegas dijo...

Juan, armaste un gran revuelo con este post, jajaja. Intentaré responder a tus preguntas según lo que creo podrían ser las respuestas.

Juan wrote: Lo único que me quedaría y gustaría preguntar es, ¿Que evidencia tenemos de que, en realidad, tenemos un destino esperándonos?

la respuesta es ninguna, no hay evidencia de que existe, ni tampoco de que no :S

Juan wrote: ¿Cómo lo sabemos? O, ¿Por qué nos gusta creer que ya tenemos un destino final establecido?

Yo creo que esto empezó cuando la gente quería, por alguna razón, evitar algún evento y por alguna otra razón (probabilidades tal vez) no lo pudo evitar. En ese momento tal vez empezó a surgir una idea de un posible destino que no se puede evitar por más que lo intentes.

Juan wrote: Y, ¿Cuál es un destino final? ¿Es la persona con la que me voy a casar? (Y si me divorcio) ¿Es las amistades que voy a conocer? (Toda mi vida estoy conociendo gente nueva) ¿Es el lugar en el que me voy a hacer viejo y morir? (Entonces en mi vida puedo hacer todo lo que quiera, y sólo al final mi destino es llegar a cierto lugar y morir?) ¿Qué pasa si muero en la espera de ese destino final que nunca llega?

Como siempre, esta es mi humilde opinión, jajaja, y seguro esta muy chana, pero bueno. Yo creo que el "destino" o como muchos le llaman "destino final" no es en realidad un evento, o un punto en específico de nuestra vida. Me parece o prefiero pensar que el destino es TODA nuestra vida, desde que nacemos, hasta que morimos. Es algo más complejo que una decisión tomada, sino más bien es todo el conjunto de eventos, acciones, circunstancias externas, etc., que influenciaron nuestra vida desde el momento en que nacemos hasta que morimos.

Muchos dirian, entonces el destino no es algo que nos está aguardando solamente en el futuro?. La respuesta es no, pues creo que en este momento estamos viviendo nuestro destino, ya vivimos una parte, y todavía nos falta vivir el resto. Es como los videos de las dimensiones que estan en el blog de Héctor, la cuarta dimensión es el tiempo, o el espacio que hay entre un momento de nuestra vida y otro. Podemos doblar esa dimension y saltar de un punto a otro (viajar en el tiempo). Pues veo al destino más o menos parecido..., lo veo como una linea o dimensión, que es moldeable en base a nuestras decisiones, y que inicia, como ya lo había dicho, desde que nacimos. Algo tricki en esto es que yo creo que el futuro ya existe, está sucediendo en este mismo instante solo que en otro punto de la linea o dimensión. Es por eso que el destino es inevitable, pues es el conjunto de acciones que ya previamente nosotros realizamos con nuestro libre albedrío.

Otra forma de verlo es esta. Imagina que Dios o un ser externo X tiene una videocámara. Empezó a grabar desde que nacimos, y siguió grabando toda nuetra vida, todas nuestras decisiones que fuimos tomando con libre albedrio, hasta la muerte. Cuando morimos, este ser termina la grabación. Pues esa cinta, cd, o medio de almacenamiento (whatever) es nuestro destino!!!. ¿Por qué?... pues imagina que ese ser tiene la capacidad de viajar en el tiempo, y regresa en el tiempo, digamos que a la mitad de tu vida y te dice que conoce tu destino. Y no solo eso, sino que te dice por ejemplo, un evento que te sucederá en el futuro (digamos que mueres en un accidente de auto). Tú no lo puedes creer, es más, intentarás evitar ese evento, sin embargo ese evento ya sucedió (y hasta grabado está :S). Todas las acciones que tomes para tratar de evitar algo, son acciones que precisamente provocaron eso, y no lo puedes evitar.

Toma en cuenta que mi explicación tiene una falla pues para explicarla mejor ese ser X tuvo que intervenir en la vida de la persona grabada. Pero eso lo hice para poder explicarlo. En la realidad nadie viene y te dice lo que te va a suceder, jajaja. Entonces en la realidad podemos sacar a ese ser X de la ecuación, pero aún así nuestras decisiones del futuro creo que ya están tomadas. Eso lo creo porque dudo mucho que el tiempo sea lineal.

Espero haber explicado esto lo más claro posible :P. Saludos y cuídate mucho. Gracias por tu consejo de mi Blog :). Take care!

Juan dijo...

Gracias por tus comentarios Shaka, y perdón que apenas te voy a poder contestar. Pero pues como hiciste algunas observaciones interesantes, quería también pensar bien que contestar antes de solo venir a escribir cualquier tontería. jeje.

Juan: ¿Que evidencia tenemos de que, en realidad, tenemos un destino esperándonos?

Shaka: la respuesta es ninguna, no hay evidencia de que existe, ni tampoco de que no :S


Primero hay que tener cuidado en no caer en el problema del ‘Dragón Rosado Invisible’. Tu me dices ‘¡Hay un dragón rosa en mi cochera!’ y yo te digo ‘¿de verdad, tienes evidencia?’ y tu me dices ‘No, porque es invisible! Pero tu tampoco tienes evidencia de que no existe!’ Yo no tengo porque darte evidencia para demostrarte que algo no existe.

Del mismo modo no me puedes pedir que te de evidencia de que no existe un libro donde la historia del universo se encuentra escrita.

Ahora, por supuesto, el destino no es lo mismo que dragones rosas y, en todo caso, a mi que me gusta creer que en el libre albedrío (y muy libre, sin destino), de eso sí tendría que darte evidencia de que existe. Sin embargo, como se sigue del ejemplo que yo mismo describía en el post original, es muy probable que nunca pueda hacerlo.

En estos casos, y porque además no tenemos acceso a muchos ‘universos’ para experimentar y ver si hay o no destino, lo que si nos queda es apelar a cosas como Occam's razor y tratar de tomar la explicación que sea lo más simple posible.

Shaka: prefiero pensar que el destino es TODA nuestra vida, desde que nacemos, hasta que morimos

Entonces, por fin, el destino es ¿toda la vida? ¿O sólo unos momentos clave? Y, si TODA nuestra vida es nuestro destino, entonces ¿donde queda el libre albedrío? ¿lo tenemos, o no?

Luego en el ejemplo que pones de la videocámara, ocurre algo interesante.

Shaka: Toma en cuenta que mi explicación tiene una falla pues para explicarla mejor ese ser X tuvo que intervenir en la vida de la persona grabada. [...] En la realidad nadie viene y te dice lo que te va a suceder.

¡Exacto! Y si, nadie me dice lo que va a suceder o, mas rigurosamente, si yo no puedo tener acceso de ningún modo a ese libro o registro del tiempo, entonces, ¿hace alguna diferencia el que exista o no?

A final de cuentas creo que la pregunta realmente interesante, al menos para mi, es ¿quién toma mis decisiones, lo hago yo, o alguien más lo hace por mí (!mientras me hace creer que en realidad soy yo!)?

Ah. Y en cuanto a lo de los viajes por el tiempo, también hay cosas muy interesantes. Después de haberlo estado pensando para uno de mis cuentos, creo que me he convencido de que los viajes en el tiempo no son, para nada, compatibles con la idea del destino. Pero bueno, eso ya será yo creo material de otro post. :-)

Abraham Villegas dijo...

Hola Juan :):

Si tienes razón, se puede caer facilmente al problema del dragón rosa. En ese caso, hay una persona que dice que el dragon es rosa y que está en la cochera!. Cómo sabe que es rosa?, y cómo sabe que esta en la cochera?. Si lo dice es porque de alguna manera se dió cuenta de eso, y esa es su evidencia. Lo malo es que posiblemente no tenga las capacidades ni los medios para demostrarlo, o bien, podría estar loco :P.

Ahora, como bien dices, este caso del destino se parece, pero no es igual :P. Lo que me hace ruido es que mucha gente cree en el destino a lo largo y ancho del mundo, y no solamente un chanito X (como en el caso del dragón). ¿por qué es tan fuerte la creencia en algo que no se tiene evidencia de que existe?. Creo que es algo parecido a la creencia en dios. Supongo que la gente cree en el destino porque han existido "evidencias" de que existe. Yo no las considero evidencias como tal, sino posiblemente meras coincidencias. Bien sabes tú que hay gente que asegura que puede predecir el futuro, y cuando le llegan a "atinar", pues para mucha gente esa es evidencia de que el destino sí existe. Cómo podemos estar seguros de que esas personas tienen realmente esas capacidades?, pues creo que no podemos estar seguros :S. Y es que caemos nuevamente en el problema del dragón, jajaja, porque no se puede demostrar que sí, pero tampoco que no. Y es que digo que no se puede demostrar que no, porque yo creo que las cosas no deberían ser tan cuadradas, la ciencia es un medio para explicar la realidad, pero esta realidad explicada muy posiblemente no es completa (es un subconjunto de la realidad "real"). Es demasiado vanidoso creer que lo que la ciencia puede demostrar es todo y lo único que es verdadero.

Entonces, por fin, el destino es ¿toda la vida? ¿O sólo unos momentos clave? Y, si TODA nuestra vida es nuestro destino, entonces ¿donde queda el libre albedrío? ¿lo tenemos, o no?

Pues yo creo que sí es toda, y también tenemos libre albedrío. Regresando al ejemplo de la videocámara, todas las acciones de nuestra vida que son grabadas fueron hechas con nuestra voluntad y libre albedrío. Pero esas acciones ya tomadas con libertad solo se toman una vez, no puedes retractarte de lo ya hecho. Eso es lo que permite que exista el destino, pues tus acciones ya quedaron marcadas por tí mismo.

Exacto! Y si, nadie me dice lo que va a suceder o, mas rigurosamente, si yo no puedo tener acceso de ningún modo a ese libro o registro del tiempo, entonces, ¿hace alguna diferencia el que exista o no?

No, no creo sirva de algo el que realmente exista o no, pues es algo que no interfiere en la forma en que hacemos, hemos hecho y haremos nuestra vida. Creo que solo es por la simple vanidad de querer tener respuesta a todo.

A final de cuentas creo que la pregunta realmente interesante, al menos para mi, es ¿quién toma mis decisiones, lo hago yo, o alguien más lo hace por mí (!mientras me hace creer que en realidad soy yo!)?

YO creo que somos nosotros quienes tomamos nuestras propias decisiones.

Juan dijo...

Shaka, pues creo que ya vamos coincidiendo en muchas cosas. :D

¿Por qué mucha gente cree en el destino? Como tu bien lo dices, por meras coincidencias que son, sin razón, extrapoladas. Mira también más arriba en una de mis respuestas a Rochy sobre más de mi opinión al respecto.

hay gente que asegura que puede predecir el futuro, [...]. Cómo podemos estar seguros de que esas personas tienen realmente esas capacidades?, pues creo que no podemos estar seguros :S

Ahí yo creo que si es muy fácil demostrar que no las tienen. Pídele a uno de esos adivinos que haga una predicción precisa y luego sólo espera a que falle. Este tipo de experimentos se han hecho, de manera controlada y científica, un sin número de veces. Claro, siempre existe la probabilidad de que en una de mil le atinen, pero atinarle al futuro no es lo mismo que predecirlo. Si tienes tiempo busca el documental The Enemies of Reason de Richard Dawkins, es muy bueno, y habla de este tipo de cosas.

Y, aunque estoy totalmente de acuerdo contigo cuando dices que es muy vanidoso pretender creer que la ciencia es el único camino para llegar a conocer ‘la verdad’, yo no he podido concebir otro método para cuando menos tratar de hacerlo. Y sí que he considerado y reflexionado sobre este problema.

Finalmente en el resto de las preguntas creo que estamos también de acuerdo. A mi lo único que me queda por decir es: si el destino existe pero no tenemos forma de conocerlo, entonces ¿qué más da?

Mary Merecias dijo...

jejeje... en efecto mi querido watson... jejeje en efecto... libre albedrio, ilusion perfecta... chiale.. me voy a cansar mi cerebro de tanto filosofar...eso mejor lo dejo para cuando este chocheando en esto...ah si, jejeje :P jejajaja... es broma... para filosofos... ya me imagino las noches largas pensando en que se basa la inmortalidad del cangrejo...mmmm