sábado, 22 de agosto de 2009

Ciencia Mala

Hace unos días se descompuso el internet en mi casa y, al parecer, esa es buena noticia para el blog porque sin digg y facebook para distraerme pude aprovechar para animarme y empezar a escribir uno de esos posts ‘interesantes’ que llevan ya más de medio año prometidos.

El pretexto principal de este post hacer un comentario sobre Bad Science, un libro de Ben Goldacre que me encantó y que—desde que lo leí hace ya algunos meses—pensé que sería muy interesante en especial para algunos de los lectores ‘conspiracionistas’ de este blog ;-). Pero bueno, antes de eso y ya que ando en esas de aprovechar pretextos, voy a tomar también esta oportunidad para abordar otro tema que desde hace mucho tenía ya interés por poner en el blog, y esto es el tratar de contestar a la pregunta:

¿Qué carambas es la Ciencia?

Los humanos, desde muy temprano en nuestra historia, nos dimos cuenta que somos particularmente buenos para encontrar patrones y tratar de usarlos para explicar los fenómenos que observamos en el mundo—¡mira!, cuando bailamos así, ¡hacemos que llueva!. Sin embargo también pronto nos dimos cuenta que, con bastante frecuencia, nuestras explicaciones resultaban ser particularmente malas y que no funcionaban del todo—chale, llevamos 3 semanas bailando, y nada que llueva :-(.

La ciencia es un método que desarrollamos para, sin depender de nuestras propias preconcepciones o ideas subjetivas, poner a prueba las explicaciones que tratamos de dar al mundo y distinguir así a las explicaciones ‘buenas’ de las explicaciones ‘malas’.

Y este método de la ciencia funciona más o menos así:
  1. Encontramos algo en el mundo que nos causa curiosidad, y queremos tratar de explicar: “¿Por qué será que pasa x?
  2. Observamos el fenómeno que nos interesa tratando de buscar patrones y formamos una ‘hipótesis’ o ‘teoría’: “¡Aha! Cuando pasa y, luego pasa también x
  3. Analizamos nuestra teoría y tratamos de construir experimentos que puedan demostrar que nuestra teoría está mal: “¿Podré hacer que pase y pero no x?”
  4. Hacemos los experimentos. Si resulta que nuestra teoría está mal, abandonamos la teoría, regresamos al paso 1 y repetimos el proceso. Si nuestros experimentos parecen funcionar, regresamos al paso 3.
Observaran que este método tiene algunas curiosidades. Primero, los experimentos no se diseñan para confirmar nuestra teoría, sino para ¡tratar de rechazarla! Y esto es porque no importa cuantos miles o millones de ejemplos encontremos que estén de acuerdo con nuestra teoría, basta con encontrar uno que esté en contra de la teoría, para mostrar que es incorrecta. El objetivo de este método científico es entonces el encontrar las explicaciones que no funcionan para descartarlas y enfocarnos entonces en las otras explicaciones que parecen ser más prometedoras.

Por otro lado observen que el método, ¡nunca termina! Las ‘mejores’ explicaciones son las que logren mantenerse en los pasos 3 y 4 por el mayor tiempo posible. Pero el método científico nunca nos va a poder decir, con total y absoluta certeza, que la explicación que tenemos actualmente es la ‘última’ o ‘verdadera’. La ciencia no es sobre conocer las respuestas a todo sino, por el contrario, es sobre tener la humildad de aceptar: “no se, pero, hasta el momento nuestras mejores explicaciones son éstas”.

Otra propiedad de la ciencia es que, además, el criticismo a las teorías e ideas que se proponen es completamente bienvenido. El criticismo es, de hecho, el motor del método científico. Encontrar de pronto que una de nuestras mejores teorías resulta ser incorrecta no significa nunca un fracaso que haya que esconder sino, por el contrario, una nueva oportunidad de avanzar la ciencia y nuestro entendimiento del mundo que nos rodea.

El poder más grande de la ciencia es que, las buenas explicaciones, se vuelven además útiles en un sentido práctico. Una buena explicación es útil por que nos puede también ayudar a predecir o anticipar las cosas que van a ocurrir en un futuro, ya sea de manera natural o a consecuencia de nuestros actos. Y es esta ciencia la que hasta hoy nos ayudado mucho a entender el mundo en que vivimos, y desarrollar la tecnología con que contamos hoy en día.

Y, habiendo explicado lo que es la ciencia, esto nos deja en el momento preciso para hablar de

Ciencia Mala

Bad Science, en resumen, es un libro que nos transporta en un viaje a través de las tantas formas en que las personas, normalmente siguiendo sus propios intereses económicos, suelen engañar al público haciendo pasar por ‘ciencia’ cosas que realmente no lo son. Nos muestra las muchas maneras—a veces muy torpes y evidentes, a veces mucho más sutiles—en que se puede pretender seguir el método científico, pero desviándose lo suficiente de él para satisfacer a intereses personales. Y nos muestra también cómo, aplicando de manera correcta la ciencia, podemos estar alerta y evitar caer en tales engaños.

Los primeros capítulos empiezan con los algunos de los temas más sencillos y fáciles de mostrar que hay un engaño. Se habla de la mentira del ‘detox’, de los remedios ‘milagrosos’ que nos ofrecen para ‘purificar’ a nuestro cuerpo, y de cómo es que aplicando nociones básicas de ciencia se puede demostrar que estos se tratan simplemente de engaños para abusar de la gente y sacarles dinero.

Se habla también de homeopatía y de medicina alternativa. De cómo nuestra naturaleza humana que nos hace ‘buscar patrones’ es también la que nos puede engañar y hacer creer que este tipo de remedios si funcionan: Si estamos enfermos, hacemos algo para tratar de sentirnos mejor (digamos tomar algún remedio) y luego nos comenzamos a sentir mejor, inmediatamente vamos a interpretar a esto como evidencia a favor de que el remedio si funciona. Sin embargo, cómo lo hice notar al explicar el método científico, esto no significa que el remedio funcione. Antes de poder llegar a concluir eso hay que descartar otras posibles explicaciones: ¿habrá sido otra cosa que comí o tomé? ¿será que de cualquier modo ya me iba a mejorar? ¿será que el simple hecho de ‘hacer algo’, cualquier cosa, no importaba cual, para tratar de sentirme mejor me iba a hacer sentir mejor?

El autor nos explica cómo es que funcionan las pruebas clínicas, que es básicamente el método científico aplicado en el caso concreto de la medicina, para distinguir a los remedios y medicamentos que sí funcionan de los que no. Nos explica lo que es el efecto placebo y cómo este es el principio que hace ‘funcionar’ a medicinas alternativas como la homeopatía y la acupuntura. Y detalladamente también nos muestra cómo analizar y encontrar los errores detrás de esta ‘ciencia’ que parecen respaldar a este tipo de terapias.

Se exponen luego a los ‘nutricionistas’ (los que no tienen estudios en medicina), que suelen inventar y promover una increíble cantidad de consejos, dietas y suplementos alimenticios sin ningún fundamento científico. En un párrafo nos ofrece también un condensado con todos los consejos, con eficiencia científicamente comprobada, que podemos seguir para mantener una vida saludable, reducir el riesgo de cáncer y problemas del corazón: tener una dieta rica en frutas y verduras, con fuentes naturales de fibra, evitar la obesidad, moderar el consumo de alcohol, dejar de fumar, y hacer ejercicio. Eso es todo lo que necesitamos saber en cuanto a dietas.

Y como lo mencioné en la sección anterior, la ciencia vive de criticismo. Así que Ben Goldacre no se conforma con criticar a los ‘charlatanes’ que promueven remedios sin respaldo científico. Un capítulo entero del libro está dedicado también a evaluar la honestidad de las grandes empresas farmacéuticas. ¿El resultado? Creo que la oración que cierra el capítulo lo dice todo: “Oh God. Everybody's bad. How did things get so awful?”. Un capítulo que en definitiva recomiendo mucho a mis amigos que adoran las teorías de conspiraciones y la idea de que “la gran industria farmacéutica es mala”. Si, es verdad, es mala. Pero este capítulo les va a dar una idea sobre las cosas de las que verdaderamente se tienen que preocupar. La industria farmacéutica, ya que está regulada, tiene que ser mucho más sutil en sus ‘trampas’ y no es a los pacientes, sino principalmente a los médicos a quien tiene que dirigir sus engaños.

Finalmente, los últimos capítulos analizan y critican el papel de los medios en la ciencia. De como la ciencia está muy mal representada en los medios de comunicación, de las típicas notas sobre “Científicos han encontrado que ...” con historias que presentan de manera exagerada, sensacionalista y comunmente incorrecta, los resultados de estudios científicos recientes. De cómo los medios además impulsan y promueven desinformación, cómo se inventan ‘escándalos de salud’ y pueden poner en riesgo la salud de la gente. Un capítulo completo está dedicado a la movimiento en el Reino Unido en contra de la vacuna MMR y su (inexistente) relación con el autismo, y brevemente se menciona también al caso de las amalgamas de mercurio.

El libro cierra con un llamado, a los que estamos interesados en la ciencia, a promover un mejor entendimiento de ella. A reclamar a los medios de comunicación cuando observamos que están promoviendo información falsa o imprecisa, y a promover al contrario la presentación de la información de una manera científica, crítica y objetiva. Este post, y en general la sección de ciencia en este blog, son mi respuesta a ese llamado.

A los interesados los comento que también hay un blog de Bad Science donde pueden seguir las notas del autor quien, además de médico psiquiatra, es periodista para The Gradian. Y ya para terminar los dejo con una cita del libro que me gustó bastante, que refleja también cómo es que me gustaría ver representada a la ciencia en los medios de comunicación.
The biggest problem with science stories is that they routinely contain no scientific evidence at all. Why? Because papers think you won't understand the ‘science bit’, so all stories involving science must be dumbed down, in a desperate bid to seduce and engage the ignorant, who are not interested in science anyway.

In some respects these are admirable impulses, but there are certain inconsistencies I can't help noticing. Nobody dumbs down the finance pages. I can barely understand most of the sports section. In the entire literature pull-out, there are five-page-long essays which I find completely impenetrable, where the more Russian novelists you can rope in the cleverer everybody thinks you are. I do not complain about this: I envy it.

8 comentarios:

Areli dijo...

Como siempre: Wow!!!
Bueno, ya quiero que termine esto del examen de calificación... Rapidísimo, y sin pensar mucho, tres puntos con los que no estoy de acuerdo de tu post:
1. (La obvia donde iba a saltar:)
"El principio que hace funcionar medicinas alternativas como la homeopatía y la acupuntura".
Aún se me hace simple el nombre de 'efecto placebo'. Y no conozco suficiente de acupuntura, pero de mi experiencia no es efecto placebo para nada. Al contrario de la homeopatía, la he visto actuar como "medicina de emergencia". Ya sé que me vas a decir que 4 ejemplos no es evidencia, pero pienso que "depende de la escala"... Luego te cuento/pregunto de esa idea.
2. "Eso es todo lo que necesitamos saber en cuanto a dietas."
En serio? Me parece que hay otros problemas bien más complejos. Por lo menos yo llevo un año y medio peleándome con eso. Empezando porque deberíamos entender palabras como proteínas, grasas, azúcares, etc, que es no trivial, y una idea general de que necesitamos para vivir, como lo obtenemos, como lo procesamos, altamente no trivial.
3. "Su inexistente relación con... ".
Los problemas con el mercurio... que ya discutimos tanto... Bueno, a ver que puedo hacer al respecto. En realidad tengo también algunas cosas pensadas en los borradores del blog. Anotaré una cosa más en mi lista por hacer, leer este libro... (!)

Linda dijo...

He leído el blog de Bad Science y es muy bueno. No sabía que había sacado un libro, pero era de esperarse. Lo voy a checar en cuanto me encuentre de regreso en la isla.De cualquier forma muy buen post! (sobretodo la descripción del método ciéntifico).

Mary Merecias dijo...

Hay algo que me ha marcado toda la vida... "prefiero preguntar una vez y parecer una idiota...que ser una ignorante toda la vida", digo la he mejorado un poco no?.
Vivir en la ignorancia es lo que propicia el engaño, el no tratar de indagar, a lo mejor los métodos que puede tener cualquier mortal no puede ser lo suficientemente veraces para corroborar mas teorías, pero en suma, lo importante es indagar. La investigación es parte fundamental de la ciencia, pero yo pienso que la ciencia empieza cuando tu empiezas con los cuestionamientos.

Y con respecto a la rama de la nutrición, no concuerdo mucho que todo se relaciones a reglas básicas, tambien hay que saber como comer, con respecto a tallas, pesos, etc. Creo que tambien como dice arely , todo depende de como tu cuerpo asimile los nutrientes, y vamos!!!, eso no es novedad... todos los cuerpos tienen metabolismos diferentes, y bueno, eso no lo digo yo. jajaja.. pero bueno. Hay tela de donde cortar... La ciencia es bella, pero sobre todo es mas bella cuando encontramos la solución a un problema o resolvemos un cuestionamiento con ella.

Rochy dijo...

Hola Juanito! Muy bueno el post, como siempre (si te leo seguido, aunque no lo creas :-p) Yo he entrado últimamente un poco más a los círculos escépticos, de hecho gracias a un link que diste alguna vez sobre el podcast de skepticsguide.org :-). Me ha parecido muy interesante, (tanto que hasta he dejado de creer en la homeopatía, que he tomado toda la vida). Voy a tratar de leer el libro. Por lo mientras, he leido el de "How We Know What Isn't So", de Thomas Gilovich, creo que es casi un clásico, y tambien explica porque creemos en ciertas cosas con una analogia a las ilusiones ópticas. Si vuelvo a escribir en mi blog, contare igualmente mi historia sobre la homeopatia ;-). Nos vemos!

Hek@nibru dijo...

Me gustó tu post chano. De cualquier manera, con respecto a los tantos seguidores de la homeopatía, por ejemplo, me pregunto qué tan conveniente es andar predigando que sólo están tomando agua. Digo, les sirve. Y seguramente a una gran proporción de ellos les dejará de servir si alguien los convence de que sólo es un placebo (como a Rochy).

Me parece que hay personas que viven felices en su ignorancia, y si ellos no han decidido salir de ella, qué derecho tenemos para intentar sacarlos?

Sé que esta forma de pensar no aplica para temas más escabrosos y potencialmente peligrosos (e.g. religión), pero si la bola de incautos quieren pagar por tomar agua y les sirve, pues qué lo sigan haciendo!

Mary Merecias dijo...

se me paso comentarte antier que de este post juan, lo que me dio risa fue lo de bailar para que llueva...chiale...jajaja, si me soltaste una buena risa con eso... jejeje :P ,analogía, sí uno de sistemas diciendo...-pica aquí y te saldrá esto... chin no sale, algún error tiene el sistema, dejame lo investigo...- común conmigo jejeje :P bueno, "chiale, llevamos 3 semanas bailando y nada que llueve!!"

Rochy dijo...

Heka: Yo tambien he pensado en lo que dices. De hecho creo que a pesar de que racionalmente se que no me sirve de nada, la homeopatia me sigue sirviendo como placebo. Pero si que hay problema, cuando se usa inconscientemente:
http://whatstheharm.net/homeopathy.html
Digo, el problema no es tomar placebos para ciertas cosas (como una simple gripa), sino que los placebos tienen una accion limitada, no curan enfermedades mas "reales" que podrian ser cuaradas por la medicina. O sea, que si veo que la homeopatia no me esta curando, deberia ir con un doctor (o mejor ir con un doctor desde el principio). Y el otro problema es que la homeopatia y otras mecinas alternativas no estan reguladas por la ley. Por ejemplo, si resulta que en realidad si estas tomando un ingrediente activo en una medicina homeopatica malhecha, entonces pueden tenerse efectos secundarios bastante indeseables. Y ni siquiera se puede demandar al homeopata porque no hay estandares de lo que es realmente la homeopatia, y la ley no regula los medicamentos homeopaticos para checar que de verdad solo sean agua (Ni tampoco hay posibilidad de regularlos, ya que los homeopatas pondrian el grito en el cielo si se "checara que su medicina es en realidad solo agua").

Juan dijo...

Muchas gracias a todos por los comentarios! Voy contestando a las observaciones que hicieron cada uno.

Areli, voy punto por punto.

1. Los resultados de las pruebas clínicas apuntan a que los efectos de la acupuntura no son distintos a los de un efecto placebo. Particularmente en estudios doble ciego recientes, con agujas placebo especiales, donde ni el paciente ni el practicante saben si se está suministrando el tratamiento verdadero o el de control. [1] [2]

2. Aquí voy a estar de acuerdo contigo. Mi afirmación fue un poco (bastante) exagerada. Desconociendo la terminología correcta en español, lo que yo trataba era distinguir el tipo de consejos que recibirías de un dietitian (que si tiene estudios en medicina) de un nutritionist (que no los tiene).

3. Sólo una aclaración que, para que no lo vayas a esperar, en el libro no se trata en detalle el tema de las amalgamas de mercurio. Sólo se menciona como “una de esas historias de terror que reaparecen cada cuantos años”. Sin embargo Ben Goldacre si tiene en su blog una pequeña descripción [3] sobre un estudio de control a gran escala de hace 3 años [4] que se describe también aquí [5].

Linda, gracias por el comentario. Ya ando yo también checando constantemente el blog de Bad Science y, si tienes oportunidad, definitivamente el libro vale también mucho la pena.

Mary, gracias también con los comentarios. Y en efecto, como le comenté arriba a Areli, la oración sobre las dietas estaba algo exagerada. El mensaje que al final quiero transmitir es, sin embargo, si van a tomar consejos sobre el tipo de dieta que quieren tomar, es importante tener en cuenta cual es el fundamento que respalda a esos consejos! Y sip, ¡preguntar, preguntar, y preguntar! :D

Rochy, que gusto verte por aquí! Y también saber que has encontrado interesante el podcast de los skeptics! Yo sigo suscrito a tu blog, así que en cuanto pongas algo por allá, lo estaré checando también ;-)

Héctor, no estoy para nada de acuerdo contigo. Empezando por que me parece totalmente arbitrario que consideres a la homeopatía como algo ‘inofensivo’ y a la religión como algo ‘peligroso’.

De hecho, más grave se me hace a mi el tomar decisiones de salud basados en desinformación. Gracias también a Rochy que ya nos explicó y nos dió la liga con la respuesta a ¿cual es del daño que puede hacer la homeopatía?

Finalmente, respecto al argumento de que el efecto placebo, que efectivamente si funciona, no hay que ‘revelarlo’ pues deja de funcionar. Esto quizá sería aceptable si, como Rochy comenta, estuviera muy bien regulado por parte de las autoridades de salud (que no lo está). Por otra parte, ¿no habrán alternativas para seguir teniendo la ventaja del efecto placebo sin tener que mentir a la gente? ¿Por qué no, en lugar de acupuntura, mandarlos a tomar un masaje en un spa? ¿O, en lugar de homeopatía, tener una nueva rama médica cuya especialidad sea tener ese trato extenso y personalizado con los pacientes?